El abc de la teoría médica china

- ¿Cuándo nos enfermamos?
La medicina china afirma que cuando tenemos salud, hay armonía de la energía vital; y hay enfermedad cuando se rompe este equilibrio. Cuando la energía vital se desarmoniza no podemos resistir la agresión de agentes externos (virus, contaminantes, frío, humedad o calor excesivo) o internos (ansiedad, miedo, obsesión o angustia) y nos enfermamos.

- ¿Qué es el chi?
La energía vital (los chinos la llaman chi) es una sustancia invisible que rige todos los procesos vitales. Existe en el pensamiento, en las emociones y en las funciones corporales u orgánicas. Tiene la capacidad de generar calor, movimiento, de nutrir, producir cambios y transformaciones.

-¿Qué son los meridianos?
Son canales o conductos por donde circula la energía o chi. Hay distintos tipos de meridianos: algunos son superficiales y transportan la energía defensiva o Wei Chi (la podemos relacionar con los anticuerpos que nos defienden de los agentes externos, o las barreras físicas y químicas del cuerpo como la piel y las mucosas); otros meridianos son un poco más profundos, transportan la energía nutricia de los órganos y conectan el interior de éstos con la periferia (podríamos relacionar esta energía con la que en Occidente se llama energía metabólica, que es el ATP (adenosintrifosfato), molécula que libera calor y energía. Otros meridianos más profundos llevan lo que se denomina "energía ancestral", que está relacionada con la herencia (se puede vincular al ADN, que es la base de la vida y está en el núcleo de las células). Esta energía ancestral está atesorada en los riñones.

- ¿Qué quiere decir Yin y Yang?

La energía puede ser comprendida en dos aspectos básicos: yin y yang. A la energía Yang se la puede relacionar con el Sol y con el fuego; y a la energía Yin con la Luna y con el agua. En lo macrocósmico (el universo), podríamos decir que el Sol, el día, el verano, la luz, están relacionados con el yang. Y en lo microcósmico (el hombre), la cabeza, los miembros superiores, las vísceras y el temperamento activo son yang. En las enfermedades se traduce en los cuadros febriles, agudos, en las afecciones dolorosas importantes pero no permanentes, etc.
Por otra parte, en lo macrocósmico, lo yin está relacionado con la Luna, la noche, el invierno, el otoño. Y en el microcosmos, en el hombre, con los miembros inferiores, el vientre, los órganos internos, el temperamento tímido o introvertido, los cuadros de frío o hipotermias, las enfermedades crónicas de evolución lenta, las enfermedades degenerativas (artrosis), las afecciones de órganos, como pueden ser problemas de riñones o digestión lenta, etc.

- ¿Qué significan los 5 elementos?

Son las cinco energías cósmicas básicas (agua, fuego, metal, madera y tierra) que, según la visión filosófica china, rigen la vida que se manifiesta en el macrocosmos (el universo) y en el microcosmos (el hombre). Estas cinco fuerzas cósmicas se manifiestan en el hombre a través de los órganos, de los sentidos, de los colores de la piel, del temperamento o psiquismo o de los gustos.
Por ejemplo, la madera corresponde al hígado, el agua a los riñones, la tierra al bazo-páncreas, el metal a los pulmones y el fuego al corazón. Si, por ejemplo, tomamos un solo elemento globalmente, podemos decir que la persona madera es nerviosa, con problemas hepáticos, sufre contracciones musculares, trastornos oculares, tics o temblor de manos.
Es necesario aclarar que nadie pertenece a un solo elemento, sino que el ser humano posee distintos porcentajes de cada uno de ellos.

Terapias para elevar el tono vital

Las terapias naturales tienen entre sus objetivos poner a tono el organismo. No hace falta esperar a sentirse enfermo para probarlas.
A algunas personas, el otoño les cambia el ánimo, les provoca apatía y falta de energía. Determinadas terapias pueden resultarles de ayuda para alcanzar el tono vital deseado y enfrentar el resto de la estación con mayor fuerza. 

El masaje produce sobre el cuerpo unos efectos similares al ejercicio y además la relajación física y mental. El tiempo dedicado al masaje es también un momento dedicado a uno mismo, a recuperar contacto con el cuerpo. Los masajes de tipo energético, como el shiatsu, el tailandés o el tuina chino, son especialmente recomendables.

La acupuntura se ha demostrado eficaz en el tratamiento de la fatiga crónica o la simple falta de energia cotidiana. Los mejores resultados se obtienen combinándola con los tratamientos dietético y fitoterapéutico de la medicina tradicional china.

El yoga, la milenaria disciplina psicofísica de la India, incrementa el nivel de energía disponible a través de los ejercicios respiratorios, un trabajo muscular suave y la concentración. Además, muchos practicantes aseguran que les despeja la somnolencia.

La hidroterapia, mediante baños fríos que disminuyen temporalmente la temperatura corporal, actúa como un revulsivo que incrementa la energía . Los baños progresivos, empezando por los pies y acabando por las inmersiones, son muy eficaces.

El ayurveda, la medicina tradicional de la India, ayuda -como la medicina tradicional china o la homeopatía- a encontrar el equilibrio personal a través de un tratamiento individualizado y mediante técnicas que resultan agradables y reconfortantes. Una cura típica consta de dieta depurativa, prescripción de plantas medicinales, masajes con aceites específicos y meditaciones.

Consejos para ganar defensas

Más frutas y verduras. Se recomiendan cinco piezas de fruta y verdura al día, pero se puede duplicar esta cantidad si de desea reforzar las defensas.

Menos carne roja. Elimina o reduce de forma considerable la carne roja (buey y cerdo sobre todo). Cambia la carne por pescado fresco. El pescado azul estimula el sistema inmunitario

Más fibra. Consúmela en forma abundante en fruta, verdura, cereales, legumbres y frutos secos. Huye del estreñimiento, ya que mantiene dentro del cuerpo aquello que debería ser eliminado: mientras no se elimina, intoxica por dentro y reduce la capacidad inmunitaria.

Menos fritos. Emplea aceite de oliva en la cocina. Los aceites vírgenes de semillas, como el de girasol, también resultan adecuados. Intenta consumir los aceites en crudo y reduce las frituras si las consumes más de tres veces a la semana.

Más agua. Bebe suficiente agua. Si te apetece, hasta dos litros al día, y mejor fuera de las comidas.

Menos azúcar. Elimina o reduce de forma considerable el azúcar. No conviene que tomes alimentos muy azucarados, pero en todo caso la miel es mucho mejor que el azúcar si se quieren reforzar las defensas.

Remedios naturales contra la gripe

La gripe es una enfermedad provocada por un virus, que no se puede eliminar. Sólo nuestras defensas pueden vencerla. Por ello, la mejor forma de evitar la infección es reforzar el sistema inmunitario

Algunas plantas contienen principios activos que estimulan el sistema inmunitario y pueden resultar eficaces ante una gripe:

Ajo: Unos de sus componentes, la alicina, tiene efecto antibiótico y antivírico, por lo que el consumo habitual ayuda a prevenir infecciones.

Cebolla: Tiene propiedades parecidas al ajo. Contiene un aceite volátil que ejerce un efecto desinfectante, antibiótico y antivírico.

Equinácea: Es uno de los mejores tratamientos naturales contra la gripe y los resfriados, ya que tiene propiedades antiinflamatorias y aumenta los niveles de properdina, una sustancia que activa las células del sistema inmunitario que se encargan de eliminar los virus y bacterias.

Jengibre: Tomado fresco tiene excelentes propiedades antisépticas, calma la tos y alivia los problemas respiratorios que acompañan a la gripe y los resfriados.

Grosellero negro: Media docena de sus diminutos frutos contienen más vitamina C que el limón más grande. El jugo fresco es sudorífico, útil para tratar la fiebre.

Tres alimentos que activan el metabolismo

Además del ejercicio físico, introducir cambios en la dieta es imprescindible para acelerar el metabolismo. En general conviene evitar los hidratos de carbono de absorción rápida e introducir algunos estimulantes.

Te verde. El té verde son las hojas de la planta del té, simplemente secadas y sin fermentar. En muchas poblaciones de Asia se consume una o varias veces al día y no se han observado efectos indeseables. Los estudios indican que la epigalocatequina del té verde es un buen complemento en el tratamiento de la obesidad, ya que puede incrementar el metabolismo calórico y la degradación de las grasas. La dosis puede variar entre una y seis tazas diarias, calculando que cada una aporta unos 80 mg de cafeína y una cantidad equiparable de polifenoles con acción medicinal. Además previene la aterosclerosis, el cáncer y los eritemas de la piel, y mejora la atención.

Garcinia. Su ácido hidroxicíctrico (hasta un 50% de su peso) modifica la velocidad metabólica y aumenta el gasto energético. También parece ser que la garcinia interfiere sobre los ácidos grasos reduciendo su capacidad de acúmulo en el tejido graso del organismo. Existe alguna evidencia científica que nos indica además que el consumo de garcinia reduce moderadamente el apetito. Se utilizan dosis de 1 g. de dos a cuatro veces al día.

Fucus. Se utiliza por su alto contenido en yodo (600 mcg cada gramo de planta), que permite estimular la tiroides. En razón a su alto contenido en yodo no está recomendada en personas que padecen hipertiroidismo, pero también es uno de los complemento habituales en las fórmulas vegetales para el tratamiento de la obesidad. Su discreto contenido en fibras solubles, especialmente mananos, hace que pueda reducir, aunque sea ligeramente, el umbral de la saciedad y reducir el apetito. Las dosis usual en estos casos es de 2 a 5 g. diarios en forma de cápsulas, extractos o tisanas.

Cúrcuma, combate el dolor y la inflamación

Un potente antioxidante que además estimula el apetito.

La cúrcuma es la raíz de la planta con la que se prepara el polvo de curry y se utiliza para colorear los alimentos y aportarles un sabor inconfundible. Posee propiedades terapéuticas de gran valor, ya que su principio activo, la curcumina, es un poderoso antioxidante.

- Estimulante del apetito. Facilita la producción de ácidos en el estómago y con ello la sensación de hambre. Favorece las digestiones de las comidas pesadas y evita la hinchazón. Conviene utilizar la especia en tintura o comprimidos, media hora antes de la comida y la cena.

- Antioxidante. Gracias a sus sustancias polifenólicas, es un poderoso antioxidante, situándose al nivel de las vitaminas A, C y E, y por tanto, previniendo el envejecimiento prematuro de las células frente a la acción del exceso de radicales libres producidos por nuestro organismo.

- Para hígado y vesícula. En la medicina ayurvédica y en la tradicional china se utiliza como reconstituyente del hígado y vesícula biliar, así como en los dolores y trastornos menstruales. Hoy en día se ha demostrado que la curcumina fluidifica el líquido biliar, a la vez que inhibe la proliferación del virus de la hepatitis y evita su fusión con las células.

- Antiinflamatoria. Constituye un tratamiento alternativo de valor sobre los procesos artríticos, logrando un importante alivio del dolor.

- Fibrosis quística. Por último, la cúrcuma se ha revelado como una terapia de gran valor en el tratamiento de la fibrosis quística, una enfermedad crónica que afecta fundamentalmente a las vías respiratorias. Colabora en la expulsión de la mucosidad acumulada y mejora la calidad de vida del enfermo.

- Precauciones. No deben tomar cúrcuma aquellas personas que padezcan de úlcera gastroduodena activa. Además, los enfermos de obstrucción severa de las vías biliares deberían consultar a su especialista antes de tratarse con cúrcuma.

Dosis. En los casos en los que deba utilizarse como tratamiento prioritario, se puede tomar una dosis media de 2 g/día, o en tintura 40 gotas diluidas en agua tres veces al día.

La cúrcuma puede tomarse añadida a ensaladas, guisos y estofados.

Cómo prevenir la pérdida ósea

Cambios saludables en la dieta y el tipo de vida pueden ayudar a mantener los huesos en buenas condiciones y evitar, por ejemplo, la osteoporosis.

- Seguir una dieta con abundancia de cereales integrales, hortalizas, legumbres, fruta de temporada y frutos secos.
- No conviene abusar de alimentos ricos en proteínas, pues su consumo excesivo puede acelerar la pérdida ósea. Las proteínas son ricas en nitrógeno y fósforo, y para compensarlo el organismo tiende a extraer calcio del hueso. Es preferible mantener una ingesta proteica no superior a 100 gr/día.
- Aumentar el consumo de productos a base de soja. La soja contiene sustancias llamadas fitoestrógenos, que ejercen un efecto muy positivo sobre la calcitonina en el metabolismo del calcio, lo que protegería frente a infecciones óseas como la osteoporosis.
- Restringir la ingesta de bebidas alcohólicas, cafeína y azúcar, ya que contribuyen a eliminar el calcio del organismo.
- No beber regularmente bebidas gaseosas o de cola. Además de su elevado contenido en azúcar, suelen contener fosfatos que tienden a "robar" calcio a los huesos.
- Practicar ejercicio regular y moderado, siempre adaptado a cada edad, es positivo para los huesos. Dinamiza músculos y esqueleto, activa el sistema cardiovascular aumentando la oxigenación (también a nivel óseo). Las mujeres que han practicado deporte en su juventud tienen un riesgo menor de sufrir osteoporosis.
- Hay que evitar los movimientos bruscos, las cargas excesivas y posturas inadecuadas

Ventajas de utilizar terapias naturales


La medicina convencional busca ante todo la comodidad del paciente sin corregir a veces los hábitos que pueden favorecer la enfermedad. Las terapias naturales procuran estimular la propia capacidad curativa del organismo

Forma parte de nuestra cultura el no recurrir a los profesionales de la salud hasta que los problemas se agravan. Pero la salud debe cuidarse cuando aún nos sentimos bien, prestando más atención a los cambios de ánimo y a los síntomas físicos leves. Las terapias naturales pueden ayudar antes incluso de que la enfermedad se materialice. La amplia variedad de terapias hace posible que cada persona elija la más afín a ella.

La terapia nutricional. Es la manera más directa de preservar la salud del cuerpo proporcionándole los nutrientes que necesita en las cantidades apropiadas. Los médicos y terapéutas recomiendan dietas y suplementos a medida.

El uso de plantas es tan viejo como la humanidad y fueron utilizadas durante siglos hasta que se comenzaron a sustituir por sustancias creadas en laboratorios. Actualmente ocurre lo contrario: determinadas plantas se consideran en ocasiones más recomendables que algunos fármacos.

La homeopatía administra remedios tan sutiles e inocuos como poderosos tras observar el cuadro de síntomas físicos y anímicos del paciente. Esta medicina estimula la energía curativa del organismo y destaca en las dolencias con componente psicosomático.

La medicina china regula el equilibrio entre los diferentes tipos de energía que actúan en la naturaleza y en el organismo. La acupuntura es la técnica tradicional china más conocida, pero también se utilizan tratamientos dietéticos, masajes energéticos, plantas medicinales y ejercicios físicos.

Las técnicas corporales producen cambios en la estructura corporal, así como a nivel energético y anímico (las emociones se pueden ubicar en forma de bloqueo en cualquier parte del cuerpo). Existen unas 80 terapias corporales que permiten elegir en función de las circunstancias. (masaje, reflexoterapia, osteopatía...)

Propiedades saludables del Higo


El verano es la época natural de los higos. Esta fruta, dulce y carnosa, es la que posee mayor cantidad de calcio. También es rica en hierro, potasio y magnesio, y aporta una cantidad importante de betacaroteno, vitaminas del grupo B y vitamina C. 
Se recomienda en caso de anemia, convalecencia, dietas de adelgazamiento y estreñimiento. Tradicionalmente los higos se han utilizado como fuente de energía y estudios recientes otorgan además a los higos propiedades anticancerígenas, gracias a una sustancia denominada benzaldehído. Existen más de 700 variedades, pero en España se cultivan tan sólo una docena de ellas.  Cuanto más oscuro es el color, más dulce es el sabor, aunque los verdes, de piel más fina, son más sabrosos.

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La Medicina Tradicional China


La medicina tradicional china, una ciencia que nos lleva más de 4.000 años de ventaja, considera que los procesos naturales no ocurren por azar, sino que siguen de forma evolutiva las llamadas cinco fases de la energía que se corresponden con cinco elementos. Estas fases son siempre cíclicas y se pueden reconocer en todos los fenómenos naturales. Las estaciones se suceden de forma ordenada y constante, así como el crecimiento y el desarrollo de los seres vivos.
De la misma forma que las plantas pasan de semilla a fruto, en relación directa con las estaciones, la vida del ser humano presenta unas fases que podemos equiparar a este mismo proceso: el invierno corresponde al feto, la primavera al bebé, el verano al adolescente, el final del verano (o estación intermedia) al adulto y el otoño al anciano.
A los occidentales, la relación entre los cinco elementos nos puede parecer esotérica, pero lo cierto es que tienen una explicación mucho más profunda.
Hoy día vivimos al margen de la naturaleza. En nuestra vida cotidiana no seguimos el orden natural y por eso el desequilibrio que experimentamos desemboca en diferentes enfermedades que, en la mayoría de los casos, pueden curarse requilibrando nuestro organismo según las leyes fundamentales de la naturaleza. Esto no es difícil, y con un poco de sentido común podemos conseguir que nuestro cuerpo vuelva al orden natural sin tener que ir a contracorriente.
Una de las teorías más importantes de la medicina china afirma que las energías que gobiernan los ciclos de cambios se hallan reproducidas dentro del organismo humano. Las cinco fases que rigen el cambio estacional también dirigen los cambios en nuestro organismo.
Cada una de estas fases está asociada a un elemento (Madera, Fuego, Tierra, Metal y Agua) y éstos a su vez, a una estación determinada, regida por un color, un olor, un tipo de alimento, etc.
Así, en el final del verano o estación intermedia, el elemento regente es la Tierra, que tiene como órgano asociado el Bazo y Estómago, como entraña el Páncreas, el color amarillo, la humedad en el clima, el sabor dulce, la preocupación como expresión negativa y la reflexión como expresión positiva.

Los Flavonoides protegen cerebro


Reducen el deterioro asociado al envejecimiento

Las personas que tienden a consumir una buena cantidad de flavonoides a través de los alimentos de su dieta, se están protegiendo de la pérdida de función cerebral que puede producirse durante el envejecimiento, según un estudio realizado por el Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica, con sede en Burdeos (Francia). Los flavonoides son antioxidantes que están presentes en los vegetales para protegerlos de los agentes atmosféricos. Algunas de las fuentes más abundantes de estas sustancias son las coles, las bayas o el té verde. El estudio francés siguió la alimentación de 1640 hombres y mujeres sanos de 65 años o más durante una década y concluyó que las personas con el mayor consumo de frutas y verduras mostraron una mejor conservación de la función cerebral, al margen de su sexo o nivel educativo. El daño oxidativo está presente en el Alzheimer y el deterioro cognitivo.

Para mantenerse sano es recomendable aumentar el consumo de frutas y verduras (aportan antioxidantes, fibra y nutrientes importantes, como vitaminas y minerales), en vez de consumir suplementos vitamínicos. Una alimentación con estas características no sólo protege el cerebro sino que reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y cáncer.

Flores de Bach. Hojaranzo para afrontar los exámenes


El remedio floral hojaranzo (Hornbeam) se indica cuando los asuntos cotidianos son demasiado pesados y rutinarios. Es idóneo para afrontar con tranquilidad los exámenes y también cuando alguien siente que le cuesta “arrancar” la jornada diaria o se siente “saturado” mentalmente. Esta esencia floral consigue revitalizar el cuerpo y la mente, aumentando el dinamismo y devolviendo la alegría de vivir.

7 Alimentos Relajantes


Evitar el consumo de alimentos excitantes y sustituirlos por otros de fácil digestión o que ejercen una acción sedante es una medida sencilla para alejar el estrés. Éstas son algunas propuestas:


Lechuga

La lechuga es una de las verduras más sedantes. Su nombre deriva de que la planta silvestre segrega una leche en sus tallos, que una vez recogida y seca (de manera idéntica a como se hace con el opio) se vendía como medicina en las boticas de nuestro país en toda la Edad Media y el Renacimiento como poderoso somnífero y como sustituto del opio genuino. Las ensaladas ejercen una acción sedante, pero la mayoría ignora que la lechuga es una verdura excelente para consumir cocida, lo que se puede hacer con esas hojas más verdes que se desechan y que son uno de los componentes de la genuina sopa minestrone italiana, un excelente plato para relajar el ánimo.

Cebolla

La cebolla cruda es más bien enervante, a menos que la pongamos un rato en remojo, para que pierda su sabor intensamente picante. La cebolla cocida o en caldo, en cambio, tiene un efecto sedante sobre el sistema digestivo y nervioso. Una sopa de cebolla, y también la de ajo o puerros, es un elemento excelente para estómagos nerviosos o con acidez gástrica, aunque debe cocinarse con poco aceite y sin huevo para que sea realmente relajante.


Avena

Pobre en gluten, y por ello con baja capacidad alergénica, la avena es un elemento indispensable en una dieta relajante. Por su contenido en grasas favorece la nutrición del mismo intestino.
En forma de muesli, papilla, en galletas, leche o como pasta de sopa, la avena es un cereal muy versátil, de agradable sabor, que además se puede preparar de forma muy fácil y rápida.
Por otro lado, si se hierve un cuarto de kilo de harina de avena con bastante agua y se añade a la bañera, podremos disfrutar de un baño caliente sumamente relajante y nutritivo para la piel y la mente.


Miel

La miel es muy rica en levulosa, que es un azúcar de aprovechamiento rápido. No se debe abusar del consumo de miel si se quiere tranquilizar el ánimo, pero sirve para sustituir al azúcar, que es un alimento sumamente excitante.
Las mieles de azahar o las de mil flores son relajantes, mientras que las de romero o encina son más bien tonificantes. Conviene comprar mieles naturales, no clarificadas por el calor, y que tengan un origen artesano, ya que conservan muchos principios activos de los que carecen las mieles producidas a nivel industrial.


Leche de almendras, de arroz o de avena

Las leches vegetales son más relajantes que la de vaca, y en menor medida que la de cabra. No contienen sustancias que puedan provocar alergias o intolerancias, y son ricas en ácidos grasos poliinsaturados. Las almendras tienen un efecto sedante específico, al igual que la avena, mientras que la leche de arroz es la que menos gluten contiene, que puede ser enervante en personas sensibles.


Frutas cocidas

Las frutas cocidas son más relajantes que las crudas. Todo depende de lo que se quiera conseguir. Así, frutas y jugos de frutas son mejores por la mañana, y las compotas, peras cocidas, membrillo o plátano al horno serán alimentos más útiles para las personas más nerviosas y para tomar por la tarde o por la noche.


Manzana

La manzana es moderadamente sedante cruda y claramente tranquilizante cuando se come asada, hervida o en compota, especialmente cuando se combina con canela. El jugo de manzana por la mañana es un excelente reconstituyente. Cuando se cocina, la pectina se libera más fácilmente y ejerce un efecto sedante digestivo, mejorando tanto la diarrea como los problemas de estreñimiento. Unas manzanas al horno o en compota son un excelente postre nocturno para quien padece insomnio.




12 Alimentos que es preferible comer ecológicos


Se puede reducir notablemente la ingesta de plaguicidas optando por consumir en versión ecológica las doce frutas y verduras que acumulan más residuos. Entre ellas se encuentran las manzanas, el apio y las fresas.
Consumir alimentos de origen ecológico es una manera de reducir la ingesta de plaguicidas y de contribuir a la mejora del medio ambiente. Es importante recordar que algunos plaguicidas pueden provocar toxicidad cerebral y del sistema nervioso, cáncer, disrupción hormonal, irritación de la piel, ojos y problemas de pulmones.


Los 12 más contaminados
No todos los alimentos presentan el mismo contenido en plaguicidas. Según la ONG Environmental Working Group (EWG), las manzanas, el apio y las fresas son las frutas y verduras más contaminadas. Como sólo se utilizan unas pocas variedades clonadas de manzanas en el mundo, los manzanos no pueden desarrollar la variedad genética que les permitiría resistir las plagas y que está presente en cada uno de sus frutos, incluso si proceden del mismo árbol. Les siguen en la lista melocotones, espinacas, nectarinas, uva, pimiento rojo, patatas, arándanos, lechuga y col rizada. La agricultura ecológica tiene especial sentido en estos casos.


Los 15 menos contaminados
Los alimentos con menor contenido en plaguicidas son: cebollas, maíz, piña, aguacate, espárragos, guisantes, mango, berenjena, melón cantalupo, kiwi, col, sandía, boniatos, pomelos y champiñones. Este ránking de frutas y verduras está establecido a partir de alimentos lavados.


Otros alimentos
Además de esta lista, EWG también recomienda otros alimentos que es preferible consumir con sello ecológico: leche y productos lácteos, para que estén libres de antibióticos, hormonas y plaguicidas procedentes de la alimentación de las vacas; carnes, incluyendo el pollo; café, porque se suele cultivar en zonas que regulan poco el uso de plaguicidas y fertilizantes; y semillas y frutos secos, porque los plaguicidas y fungicidas se usan de forma masiva en la producción convencional.

Aceite de pescado


Saludable por su riqueza en ácidos grasos omega-3

El aceite de pescado se obtiene a partir del pescado azul y sus beneficios para la salud parten de su riqueza en ácido grasos omega-3.
Indicaciones

-         Anticoagulante. Actúa como una especie de “aspirina” natural sin sus efectos secundarios, evitando el peligro de trombosis y daños cardíacos.

-         Antiinflamatorio. Una de las mayores virtudes del aceite de pescado es su poder para reducir todo tipo de inflamaciones internas, por lo que resulta un suplemento imprescindible para controlar y curar dolencias de tipo inflamatorio como la artrosis, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.

-         Síndrome premenstrual. Los ácidos grasos omega-3 reducen el dolor previo al período e incluso mejoran la sintomatología psíquica de estos días.

-         Diabetes. El aceite de pescado previene el daño en los vasos sanguíneos tan frecuente en la diabetes y que es la causa subyacente de muchas de las complicaciones en las personas que padecen dicha enfermedad: fallos renales, gangrena… Estos ácidos omega-3 mejoran la acción de la insulina.

-         Cáncer. El consumo diario de aceite de pescado reduce significativamente el riesgo de padecer cáncer de próstata y de intestino. Si se padece la enfermedad, estos ácidos grasos pueden llegar a frenar el crecimiento de las células malignas.

-         Tensión arterial. También el aceite de pescado, consumido regularmente, es efectivo para reducir la tensión arterial.

El poder vitamínico de los germinados


Las semillas atesoran todos los nutrientes que la planta necesita para crecer, pero al germinarlas, esos nutrientes cobran un vigor inusitado. Esto sucede porque, al humedecerlas y abrirse la cáscara, las enzimas se activan en contacto con el agua y el oxígeno. Algunos nutrientes, como los hidratos de carbono y las proteínas, se descomponen y se vuelven más fáciles de asimilar.

Otros, como las vitaminas, se multiplican. Además se activa la clorofila, un antioxidante. Por todo ello, los germinados no sólo resultan digestivos y nutritivos, sino que ayudan a regenerar la flora intestinal. Si bien los más típicos son los de alfalfa, soja verde y mostaza, se puede germinar casi cualquier semilla.
Para disfrutarlos bien frescos, con su poder nutritivo en plena expansión, lo mejor es germinar las semillas en casa. Cereales y legumbres requieren más remojo, y las legumbres se pueden escaldar una vez germinadas.
Además de enriquecer ensaladas y bocadillos, quedan muy decorativos en cremas y sopas.

Claves para adaptarse a la primavera

La fatiga primaveral se puede prevenir o superar con un estilo de vida que recupere hábitos saludables y elimine otros que desequilibran el organismo y le restan energía.
Respetar el sueño. Hay que intentar dormir las horas que el organismo necesite pero sin recurrir a sustancias artificiales.
Dieta adecuada. Es importante mantener una alimentación sana y equilibrada, baja en grasas y rica en fibra. Es recomendable aumentar el consumo de frutas y verduras, que reponen sales minerales que se pierden a causa del aumento de la temperatura exterior, y aportan vitaminas.
Ejercicio físico. Por ejemplo, dar paseos de 45-60 minutos, nadar, montar en bici, practicar yoga o cualquier otra actividad que relaje el cuerpo y la mente. Los asténicos deben evitar los deportes que requieran un esfuerzo excesivo durante la época en que se sientan con menos fuerzas.
Vida ordenada. Es bueno mantener unos horarios fijos para acostarse por la noche y levantarse por la mañana, así como para las comidas.
Salir al aire libre. Ante la tentación constante de tumbarse en el sofá o en la cama y permanecer inactivo, es preferible no dejarse vencer por la apatía y aprovechar las horas de luz natural para salir a tomar el aire y el sol, fuente de vitalidad y energía.
Estímulos mentales. Una manera de combatir la pereza mental es fomentar actividades intelectuales suaves que motiven y estimulen.
Pequeños descansos. A ser posible, es bueno hacer pequeños descansos de cinco minutos cada hora a lo largo de la jornada.
Actitud positiva. Se puede pensar en los cambios positivos que pueden introducirse en la vida y preguntarse qué se desea para los próximos meses. Obsesionarse con las molestias no ayuda a resolverlas.

Alimentos para la piel. Aloe

El Aloe, originario del norte de África, alberga en el interior de sus hojas carnosas un gel muy apreciado por su poder regenerador. Se emplea en heridas y quemaduras, ya que acelera la cicatrización y la curación de lesiones producidas por el sol.

El zumo de aloe se puede tomar bebido para depurar: de 10 a 30 ml diluidos en agua o zumo antes de las comidas. También puede aplicarse sobre la piel para regenerarla. Para ello, se bate el jugo junto con dos cucharadas de aceite de oliva, una cucharadita de zumo de limón, otra de miel y una pizca de cúrcuma.