Medicina china. El metal, elemento del otoño


El metal está relacionado con el otoño en la teoría china de los cinco elementos, y representa todo lo que constituye la estructura de las cosas, como las sales minerales de la tierra. El cerebro y el sistema nervioso, por ejemplo, tienen un sistema de funcionamiento análogo a las conducciones eléctricas; los grados de claridad mental se pueden comparar con las múltiples formas del metal, desde los más rudos hasta los más depurados como las gemas y el cristal. Así pues, el elemento Metal se asocia a las funciones del cerebro: la actividad mental, el trabajo de introspección, la claridad de ideas, la habilidad en la expresión oral y la escritura.

También se relaciona el elemento Metal con el color blanco, los pulmones y el Oeste. La relación con el color blanco indica que una excesiva palidez en la piel representa un desequilibrio en los órganos relacionados con este elemento, que son los pulmones y el intestino grueso. Si alguno de estos órganos nos falla, el cuerpo responde con dolor, lo que provoca el llanto, la expresión que se relaciona con esta estación.
El sentido asociado al otoño es el olfato y su órgano, la nariz. De ahí que el sabor de esta estación sea el picante, algo que podemos notar especialmente en las fosas nasales. El sabor picante limpia los senos nasales y estimula los pulmones, aunque en exceso pueda perjudicarlos. Si estos sabores nos resultan desagradables puede ser debido a un desequilibrio en el elemento metal.

Los tejidos asociados a esta estación y gobernados por el elemento Metal son la piel y el cabello. La piel, de hecho, actúa de manera similar a los pulmones, ya que también está en contacto con el aire. Los problemas pulmonares y cutáneos están igualmente relacionados, y los eccemas y las erupciones cutáneas o la piel demasiado grasa o seca se relacionan con un mal funcionamiento de los pulmones. La piel ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas, en consecuencia cuando se está siguiendo una dieta depurativa puede aparecer acné.
El cabello también refleja el buen estado del organismo en general; por eso podemos comprobar nuestra salud o la falta de ella observando cómo se encuentran nuestra piel y cabello.

Los alimento de esta estación son los blancos, depurativos y buenos para la circulación, como la cebolla, col, apio, puerro o arroz.

Vitaminas del grupo B


Resultan imprescindibles para gozar de buena salud.
Pertenecientes al grupo de las vitaminas hidrosolubles, las B comprenden un amplio espectro de micronutrientes, de modo que se pueden encontrar desde la B1 a la B12, cada una cumpliendo una función en el organismo.
Se ha de tener en cuenta que algunas de estas vitaminas se complementan con otras y por tanto un aporte único o excesivo de una vitamina en concreto puede causar desequilibrios internos. La combinación más importante es la que une las vitaminas B1, B2, B6, B12 y ácido fólico (B9), aunque pueden unírsele con buenos resultados de B3 (niacina) y la B5 (ácido pantoténico.)
Indicaciones:
-          Trastornos del sistema nervioso: ansiedad, nerviosismo, insomnio, depresión, confusión mental… En este caso la combinación más efectiva será la compuesta de B1, B6 y B12.
-          Dolencias cardíacas: un factor de riesgo (junto con la hipercolesterolemia y la hipertensión) de sufrir problemas de corazón, es la presencia de histamina, sustancia altamente oxidante y degenerativa, en la sangre. La vitamina B12 ayuda a eliminar el exceso.
-          Síndrome premenstrual: la vitamina B6 reduce los síntomas desagradables de la menstruación: retención de líquidos, dolores, náuseas, cambios de humor…
-          Malformaciones del feto: de 5 a 10 gr de ácido fólico diarios pueden evitar que el bebé nazca con espina bífida u otros problemas graves del sistema nervioso. También ayuda a prevenir y tratar el decaimiento y la depresión.
-          Salud de cabello, dientes y uñas: la vitamina B5 (rivoflavina) mejora el estado de nuestro pelo y uñas, a la vez que reduce el índice de caries dentales. Su carencia provoca el síndrome de los “pies ardientes” y la caída del cabello.
Dónde conseguirlas:
La levadura de cerveza, el pescado azul, la melaza, los cereales integrales, las judías mungo, el germen de trigo, el pollo, el yogur o las setas son alimentos ricos en vitaminas del grupo B. La toma de suplementos de estas vitaminas no tiene efectos secundarios ya que el organismo las elimina fácilmente y no se acumulan.