Medicina natural. Pruebas nutricionales.


La intolerancia a ciertos alimentos puede ser el origen de alteraciones que van desde depresión leve y desórdenes digestivos, candidiasis y migrañas hasta asma y eccema. La persona que la sufre siente un malestar de causa desconocida y los médicos convencionales no pueden darle una explicación.



Los terapeutas nutricionales realizan una serie de pruebas para detectar estos problemas. La más importante es la dieta de eliminación. Está compuesta únicamente por alimentos seguros, es decir, que no suelen provocar reacción. Se mantiene hasta que los síntomas desaparecen –si ocurre ya se sabe que se trata de una intolerancia- y se procede a reintroducir los alimentos sospechosos con intervalos de tres días.

Cuando los síntomas reaparecen, se puede determinar qué alimento los ha provocado y eliminarlo de la dieta habitual por lo menos durante seis meses. Si la reacción es muy leve, el terapeuta aconsejará que el alimento en cuestión se consuma sólo de vez en cuando.