Levadura de cerveza. Fortalece la salud del hígado.

La levadura de cerveza es un producto obtenido en la fabricación de esta bebida. Se trata de la fuente más rica en vitaminas del grupo B, exceptuando la B12, por lo que resulta un buen equilibrador frente al estrés y favorece la actividad intelectual. Contiene además los oligoelementos selenio y azufre y, en menor proporción, minerales, como magnesio, calcio, hierro, cinc y manganeso. Estos componentes lo convierten en un alimento eficaz en el tratamiento de problemas cutáneos -por su efecto depurativo-, capilares y de las uñas, así como en caso de anemia y alteraciones nerviosas. La ciencia reconoce también su capacidad hepatoprotectora por las sustancias de carácter lipotropo que contiene, como colina, metionina y glutatión, que ayudan a eliminar grasas del parénquima hepático. Asimismo su complejo de cromo ayuda a regular los niveles de glucosa en sangre, siendo idónea para las personas diabéticas.
La levadura de cerveza se presenta en forma de comprimidos o copos. Se recomienda una dosis de una o dos cucharadas de copos al día, que pueden incrementarse en períodos de crecimiento o de depuración. Se puede añadir sobre los caldos, ensaladas, zumos...

La meditación es buena para la salud




Estimula la inmunidad y ciertas partes del cerebro.

Hasta ahora se sabía que la relajación que acompaña la práctica meditativa tenía efectos positivos sobre el cuerpo, como la regulación de la tensión arterial. Pero investigadores de la universidad de Wisconsin han descubierto que la meditación tiene efectos fisiológicos por sí misma, pues estimula ciertas partes del cerebro y el sistema inmunitario.

La meditación es una práctica común para desarrollar la conciencia. Como terapia natural, puede ser útil para reducir el estrés o para aliviar el dolor asociado con una amplia variedad de enfermedades. El estudio de esta universidad se ha realizado con 41 personas. La técnica de meditación empleada consiste en vaciar la mente de pensamientos. De los participantes, 25 recibieron una clase semanal de meditación, realizaron un retiro de siete horas y practicaron diariamente en casa, mientras que los 16 restantes sirvieron como grupo de control. Al cabo de ocho semanas los investigadores midieron la actividad eléctrica en el cerebro frontal y hallaron que la parte izquierda era más activa en las personas que meditaban. Esta actividad cerebral está asociada con menor ansiedad y un estado emocional más positivo. Además los participantes fueron expuestos al virus de la gripe y aquellos que meditaron habían generado más anticuerpos, lo que indica una mejor respuesta inmunitaria.

El té blanco reduce la obesidad

De todos los tés que hay, el blanco, como se denomina al preparado con los primeros brotes de las plantas con las que se hacen el té verde y el té negro, tiene efectos reductores de la obesidad, según un estudio publicado por la revista Nutrition and Metabolism.
Según los investigadores de un laboratorio alemán, una serie de experimentos demostró que el consumo de una infusión hecha con la planta Camellia Sinensis inhibe la generación de nuevos adipocitos y estimula la eliminación de esa adiposidad en células maduras.


El té blanco puede ser, al menos, una ayuda para el tema de la obesidad, incluyendo enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

Lo primero es compartir. Salud y placer en tu mesa




Las palabras festivo, festival y fiesta tienen una raiz común, que sugiere que las ocasiones alegres e importantes se celebran comiendo en compañía (compañero deriva del latín, y alude a la persona con la que se comparte el pan). La importancia social de la comida y de comer, como también su relación con el placer, debe honrarla cualquier defensor del comer bien. Con demasiada frecuencia las personas que siguen dietas rígidas en nombre de la salud se aíslan de la relación social, que es un factor clave de la salud óptima. Por tanto, antes de hablar de dietética en sentido ortodoxo, tengamos presente esa cualidad secular de la comida: la de unir a la gente.

Cromoterapia: el verde, color de la primavera




La cromoterapia, o terapia del color, versa sobre la influencia de los colores en el cuerpo y la mente del ser humano para utilizarlos con finalidades curativas. Esta relación entre los colores y la salud se estudia desde la antigüedad. Sin embargo, sólo en fechas recientes la ciencia ha aceptado que los colores estimulan el sistema nervioso, el metabolismo y la producción de hormonas. Actualmente, la cromoterapia está de moda, quizá como resultado de la búsqueda de las raíces individuales de aquellos que quieren estar en armonía con los elementos naturales. Hoy en día muchos terapeutas, mediante la cromoterapia, se dedican a indicar qué color necesita cada uno para vencer el cansancio o recuperarse más rápidamente, o a aconsejar de qué colores debemos pintar las estancias del hogar para sentirnos más a gusto.

La medicina tradicional china asocia cada órgano con un color. La preferencia o el rechazo de un tono determinado puede obedecer a la existencia de un problema de salud. Por ejemplo, una persona que tiende a usar ropa de color verde o, por el contrario, la rechaza, puede tener tendencia a sufrir afecciones hepáticas leves.

El color verde, asociado con la primavera, se relaciona en medicina tradicional china con el hígado y la vesícula biliar. La cromoterapia consiste en dirigir la luz hacia una parte del cuerpo con el fin de curar esa zona concreta. En su aspecto positivo, este color indica armonía y estabilidad, temperamento sereno e inteligencia. Las personas que prefieren este color son equilibradas, con buen humor, compasivas y comprensivas. Por el contrario, cuando la energía de este color está bloqueada se produce aislamiento emocional, pérdida de autoestima, complejo de inferioridad y una inercia inoperante que nos puede conducir a la melancolía.

La terapia con el color verde actúa sobre las palpitaciones, los problemas cardíacos, la depresión, la vista cansada y las cefaleas. Proporciona armonía y empatía, incrementa la sensación de paz y hace que tengamos un ánimos más conciliador. Reduce el estrés y aporta al cuerpo y al alma nuevas energías.

Inteligencia emocional




¿Cómo aplicar la sabiduría del corazón en la vida cotidiana?



Los seres humanos contamos con un conocimiento poderoso: el de nuestras emociones. Ellas nos enseñan que muchos problemas frecuentes se pueden resolver sintiendo, más que pensando.

¿Nunca se ha preguntado por qué alguien muy inteligente, a veces, puede comportarse de una manera tan inexplicable? De eso se trata, de desentrañar la enorme distancia que existe entre el saber académico y ese otro mundo que nos habita, una segunda mente que también gobierna nuestras acciones y que expresa la denominada Inteligencia Emocional. A ella, le debemos habilidades como demostrar empatía, tener esperanza, sobrevivir a decepciones, etc. Cuando el ser humano está en armonía, la cabeza y el corazón interactúan completamente para constituir nuestra vida mental. La mente racional es la parte reflexiva, analítica y meditativa. La mente emocional es impulsiva e ilógica, aunque también contiene sabiduría. Popularmente, este antagonismo entre emoción y razón se conoce como la "lucha" entre el "corazón" y la "cabeza"." Cuando alguien sabe algo porque se lo dice su "corazón", goza de una inquebrantable convicción; en cambio, cuando algo entra por la "cabeza", siempre alberga un margen de duda.

La mente emocional es mucho más rápida que la mente racional. Entra en acción sin detenerse ni un instante a reflexionar o a analizar sobre lo que está haciendo. El beneficio de este enfoque emocional es que se puede percibir más fácilmente cuando alguien está triste o miente. Gracias a esto, intuitivamente sabemos cómo debemos actuar, si debemos confiar o si tenemos que ser más reservados. Como afirma el doctor Daniel Goleman, quien popularizó el término "Inteligencia Emocional": "la mente emocional es nuestro radar para percibir el peligro". La primera impresión frente a cualquier cosa siempre viene del "corazón" y no de la "cabeza".