6 normas dietéticas para alegrar la vida

La carencia de vitaminas del grupo B suele ir asociada a la depresión

Las investigaciones científicas indican que 1 de cada 4 pacientes afectados por una depresión tiene carencias de vitaminas B2, B6, B9 (ácido fólico) y B12. En otro estudio se observaron carencias de vitamina B6 en el 79% de las personas con depresión y sólo en el 29% de quienes estaban libres de ella. Una dieta con menos alimentos refinados y con suplementos de vitamina B alivia el problema.

1. Toma hidratos de carbono complejos. Deberían estar presentes en cada comida del día. La energía de la pasta y los cereales se absorbe gradualmente y ayuda a estabilizar el ánimo.
2. Evita los postres azucarados. Los postres dulces o industriales sólo deberían reemplazar de forma ocasional a la fruta fresca. Si fuera preciso picar entre horas, se evitarán también los alimentos dulces, que pueden reemplazarse por fruta, bastones o panecillos integrales.
3. Menos bebidas excitantes. Nuestro ánimo no debería depender tanto del café, el té, los refrescos azucarados y el cacao, que además suelen impedir la absorción de ciertas vitaminas y minerales. Tómalos como excepción y no como rutina.
4. Más vitamina B6. Es un motivo para tomar cereales integrales, pues se pierde con su refinado. También se encuentra en las legumbres, los frutos secos, el pescado, los plátanos,los aguacates y la verdura de hoja verde.









5. Come con ritmo. ¿Te saltas comida por estrés o asaltas la nevera entre horas? Si es así, esfuérzate por comer regularmente.
6. Mejora sin prisas. Las modificaciones deben hacerse gradualmente y con constancia. Escoge dos cosas que quieras mejorar y no te traces nuevas metas hasta haber asentado esos cambios. Así también le darás tiempo al cerebro para que se adapte a las modificaciones en su química interna.

Avena. Una dosis matinal de optimismo

La avena es un cereal muy energético, de absorción lenta y cargado de vitaminas B6 y B5 o ácido pantoténico. La deficiencia de ésta última vitamina,que se encuentra en casi todos los alimentos pero en cantidades muy pequeñas, se relaciona con los cambios de humor, el dolor de cabeza y la fatiga.
Aporta también vitamina E y minerales como hierro, selenio, manganeso y cobre.
Contiene también aminoácidos esenciales que ayudan a estimular el hígado para producir más lecitina, que depura los compuestos pesados del organismo

















La fibra soluble de la avena beneficia a las personas con diabetes ya que favorece la digestión del almidón estabilizando los niveles de azúcar.
La fibra insoluble facilita el tránsito intestinal y previene el estreñimiento.
Los copos de avena, solos o como ingrediente de un muesli son un desayuno ideal para empezar el día con una dosis de alegría. También se puede consumir en forma de galleta o de barra de varios cereales.
Una ración matinal de 80 grs con una taza de leche de soja aporta 400 calorias y todo el ácido pantoténico que se necesita al día..


Guaraná. Inyección de energía

Las diminutas semillas del guaraná (Paullinia cupana) han cobrado merecida fama como remedio estimulante. Es una planta de las selvas amazónicas que ya se encuentra en las herboristerías europeas, sea en bolsas de semillas crudas, en cápsulas o asociada a la jalea y el ginseng. Su contenido en cafeína es superior al del café, por lo que con dosis mucho menores se consiguen los mismos efectos. Tomado con mesura y de forma puntual es muy útil para infundir energía y vencer la astenia y la desgana vital, así como para combatir la hipotensión.

A quien conviene: Se recomienda en estados de falta de motivación y energía, y a las personas que quieren aumentar su rendimiento intelectual. Debe ser evitado en caso de ansiedad, insomnio o hipertensión. Su abuso puede comportar la aparición de arritmias, nerviosismo y alteraciones gastrointestinales en dosis altas.

Como tomarla: Se puede tomar en cápsulas de 500 mg, una o dos al día, por la mañana, o bien una cucharadita de café de guaraná en polvo,mezclada con el yogur matinal. Es importante limitar el consumo de garaná a períodos breves o en tratamientos discontinuos.

Cómo los alimentos pueden armonizar tus emociones

La medicina tradicional china relaciona los distintos sabores, elementos, las estaciones y las emociones con los diversos órganos del cuerpo.

Alegria: Cuando se desboca puede alterar el funcionamiento del corazón y el intestino delgado. El sabor que la potencia cuando falta y la controla cuando sobra es el amargo,propio de las hortalizas como la alcachofa, el espárrago, el brécol, la escarola o la lechuga.

Tristeza. Este sentimiento puede estar vinculado con un desequilibrio de pulmón o del intestino grueso. Puede atenuarse introduciendo en la dieta habitual un poco de sabor picante -también en Occidente se relaciona con la alegría- a través de especias y alimentos como la guindilla, la nuez moscada, el curry, la pimienta negra, la mostaza, el berro,el rábano,el ajo o el puerro.

Preocupación: Si es excesiva puede afectar al funcionamiento del bazo y del estómago. Para moderar esa emoción pueden tomarse alimentos dulces y saludables. Frutas como la manzana, la uva, el melocotón o el plátano; cereales como el mijo, el arroz y el trigo; lo garbanzos; hortalizas como la remolacha, la zanahoria y el calabacín; y otros alimentos como la miel y las nueces, aportan seguridad emocional. Por supuesto, en ningún caso tiene sentido el abuso de estos alimentos. Los terapeutas chinos recomiendan siempre la presencia de todos los sabores y el equilibrio.

Cólera: La ira puede deberse en parte al exceso de "fuego" en el hígado y la vesícula biliar. El sabor que equilibra estos órganos es el ácido, así que a una persona afectada por la cólera le convienen los alimentos frescos y ácidos como las frutas cítricas. los albaricoques, las fresas o las cerezas.

Miedo: Se relaciona con un exceso de "frio" en el riñón y la vejiga. Incrementar la presencia de alimentos salados en la dieta puede ayudar a regular esta emoción. La sal marina, el ajo, los pescados, el arroz integral o las semillas de sésamo son algunos alimentos recomendables