Equilibrio de los alimentos ácidos y alcalinos

El exceso de alimentos que al metabolizarse formen ácidos, provoca mucosidad y crea un campo fértil para los virus y las bacterias. En las épocas intermedias o de transición (como al final del verano), debemos prestar atención al estómago y a la digestión, y tomar alimentos alcalinizantes. De esta forma podemos solucionar también problemas de alergias, infecciones, flemas y catarros. El nivel de Ph de nuestros flujos (sangre, linfa) afecta a cada célula de nuestro cuerpo: un medio demasiado ácido no es bien tolerado por el organismo, que prefiere un medio alcalino (básico)

El cuerpo tiene mecanismos naturales para mantener la alcalinidad necesaria, e incluso la respiración puede ayudar a controlarla. Una mala dieta y el estrés son factores que acidifican el medio de nuestro organismo, y favorecen la aparición de enfermedad y fatiga.

Para poder mantener el Ph alcalino correcto en nuestro organismo la dieta debe tener entre un 70% y un 80% de alimentos alcalinos y no más de un 20-30% de alimentos acidificantes.

Son alimentos acidificantes el café, carne, harinas refinadas, azúcar, lácteos, gaseosas y edulcorantes artificiales

Son alimentos alcalinos las hortalizas, frutas (sobre todo el limón), verduras, castañas, té verde, aceites de primera presión en frio, miso, tamari....

Receta Crema Hidratante

Ingredientes:

120 ml de aceite de almendras
15 gr de cera de abeja en perlas o rallada
50 ml de agua de rosas
6-10 gotas de aceite esencial de rosas o adecuado al tipo de piel


- Hechar la cera de abejas en un cuenco de cristal resistente y verter el aceite de almendras.
- Poner el cuenco dentro de un cazo con agua a fuego lento hasta que los ingredientes se fundan
- Calentar el agua de rosas y agregarlo a la mezcla de cera y aceite poco a poco sin dejar de remover.
- Añadir el aceite esencial y poner en un tarro. Meter al frigorífico hasta que cuaje.

La mejor dieta en verano

Durante el verano conviene adaptar la dieta a las altas temperaturas aumentando el consumo de agua, zumos, frutas, verduras y ensaladas

Beber sin pasarse. En verano se pierde mucha agua por la transpiración, lo que reduce la micción. Es necesario, por tanto, hidratarse. Pero teniendo en cuenta que si se bebe demasiado aumentará la sudoración, lo que según la medicina china debilitará el corazón, pues el sudor es su apreciado líquido orgánico.
Zumo de limón. Para evitar este debilitamiento del corazón se puede añadir un chorro de zumo de limón fresco al agua.
Evitar el agua muy fria. Es importante no beber agua helada porque puede enfriar demasiado el estómago e impedir su absorción. Si la temperatura ambiental sobrepasa los 30ºC y la corporal es de 37ºC, beber agua fría de la nevera (a entre 4 y 8 ºC), sobre todo si se hace muy deprisa, provoca un choque de temperatura brusco y daña el chi o energía del estómago. Los chino, y también los bereberes, por ejemplo, beben té caliente incluso en pleno verano, porque se absorbe mejor, refrigera el cuerpo y calma la sed.
El té es muy adecuado para el verano porque es amargo y este es el sabor que dirige el corazón; ejerce una notable acción purgante del calor y fuego que le beneficia.

La comida en verano ha de ser ligera pero, al igual que con la bebida, no debe estar demasiado fría. Hay que combinar los alimentos para cuidar la salud sin perder el equilibrio entre placer y nutrición. Las verduras a la brasa o al horno constituyen un plato ligero pero muy rico en vitaminas y minerales. También se puede poner imaginación a las ensaladas con infinitas combinaciones de frutas, verduras, hortalizas, frutos secos y un buen chorro de aceite de oliva y vinagre de manzana.