Beber sin pasarse. En verano se pierde mucha agua por la transpiración, lo que reduce la micción. Es necesario, por tanto, hidratarse. Pero teniendo en cuenta que si se bebe demasiado aumentará la sudoración, lo que según la medicina china debilitará el corazón, pues el sudor es su apreciado líquido orgánico.
Zumo de limón. Para evitar este debilitamiento del corazón se puede añadir un chorro de zumo de limón fresco al agua.

El té es muy adecuado para el verano porque es amargo y este es el sabor que dirige el corazón; ejerce una notable acción purgante del calor y fuego que le beneficia.
La comida en verano ha de ser ligera pero, al igual que con la bebida, no debe estar demasiado fría. Hay que combinar los alimentos para cuidar la salud sin perder el equilibrio entre placer y nutrición. Las verduras a la brasa o al horno constituyen un plato ligero pero muy rico en vitaminas y minerales. También se puede poner imaginación a las ensaladas con infinitas combinaciones de frutas, verduras, hortalizas, frutos secos y un buen chorro de aceite de oliva y vinagre de manzana.
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