La aromaterapia nos recuerda que es necesario desarrollar el sentido del olfato si deseamos beneficiarnos plenamente de todas las riquezas que nos ofrece la naturaleza. Los aromas que desprenden algunas plantas derivan con frecuencia de poderosas sustancias curativas, los aceites esenciales, que pueden ayudarnos a solucionar algunos problemas de salud que surgen cuando se rompe el equilibrio físico o mental. La utilización de hierbas aromáticas para purificar el cuerpo y la mente y restablecer el equilibrio de ambos se remonta a épocas muy antiguas. Disponemos de documentos que demuestran que en Oriente se empleaban alambiques primitivos hace unos 5.000 años.
La aromaterapia es ideal para el cuidado personal, ya que es eficaz y muy agradable de utilizar. Los aceites esenciales pueden, por medio de baños, masajes o inhalaciones, reforzar el sistema inmunitario y mejorar la salud y bienestar general.
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