Además del ejercicio físico, introducir cambios en la dieta es imprescindible para acelerar el metabolismo. En general conviene evitar los hidratos de carbono de absorción rápida e introducir algunos estimulantes.
Garcinia. Su ácido hidroxicíctrico (hasta un 50% de su peso) modifica la velocidad metabólica y aumenta el gasto energético. También parece ser que la garcinia interfiere sobre los ácidos grasos reduciendo su capacidad de acúmulo en el tejido graso del organismo. Existe alguna evidencia científica que nos indica además que el consumo de garcinia reduce moderadamente el apetito. Se utilizan dosis de 1 g. de dos a cuatro veces al día.
Fucus. Se utiliza por su alto contenido en yodo (600 mcg cada gramo de planta), que permite estimular la tiroides. En razón a su alto contenido en yodo no está recomendada en personas que padecen hipertiroidismo, pero también es uno de los complemento habituales en las fórmulas vegetales para el tratamiento de la obesidad. Su discreto contenido en fibras solubles, especialmente mananos, hace que pueda reducir, aunque sea ligeramente, el umbral de la saciedad y reducir el apetito. Las dosis usual en estos casos es de 2 a 5 g. diarios en forma de cápsulas, extractos o tisanas.