Flores de Bach. Aulaga para la deseperanza


Cuando las cosas vienen mal dadas y no se consigue vislumbrar el momento en que los problemas se resolverán o uno empezará a sentirse mejor, pueden cundir el desánimo y la desesperanza. A veces una persona puede creerse estancada, sin fuerzas o herramientas para salir adelante, o pensar que todo lo que haga será vano. Para este pesimismo los terapeutas florales pueden recomendar esencia de aulaga (gorse). De este remedio, uno de los 38 que componen la terapia floral del Dr. Bach, se dice que ayuda a recuperar la voluntad y ponerse en marcha en momentos de dificultad o tras superar una crisis, aceptando que incluso en las situaciones más duras uno puede poner de su parte. Con un poco de luz a veces se puede descubrir que la solución no se encuentra tal lejos como podía parecer.

Curarse con plantas


Catarros, gripes, alergias, migrañas, dolores musculares, molestias menstruales, espasmos gastrointestinales, gases o pequeñas hemorragias y eccemas son dolencias frecuentes que bien pueden ser aliviadas con ayuda de esta alternativa natural a los fármacos.



Visitar un herbolario, informarse bien sobre las aplicaciones de las plantas medicinales y de otros remedios naturales, es una buena forma de recuperar el contacto con la naturaleza y el saber de nuestros antepasados. Pero, además, el poder terapéutico de las plantas está avalado por estudios científicos de alto rigor, no en vano muchos medicamentos de uso corriente proceden de sustancias aisladas de principios activos de las plantas. Y en este campo aún es mucho lo que queda por descubrir.
Infusiones de poleo o manzanilla para la digestión, infusión de betónica o matricaria para la migraña, extractos de cola de caballo y gayuba para las infecciones urinarias, baños de rusco y meliloto para las varices, o vaporaciones de mirto y eucalipto para alergias y gripe son sólo una minúscula muestra de las enormes posibilidades de los remedios herbarios.

Flores de Bach. Impatiens

Impatiens para prevenir la gastritis nerviosa.


El extracto floral de la planta impaciencia (Impatiens) es muy útil para tratar la gastritis provocada por un estado de ansiedad o estrés persistente. Este preparado natural de flor de Bach contribuye a afrontar las situaciones de la vida cotidiana con más calma y serenidad en personas impacientes, nerviosas e irritables, que siempre tienen prisa y odian la rutina. Esta esencia consigue que las comidas se realicen de forma más relajada, favoreciendo así las buenas digestiones.

7 estrategias para disminuir el apetito



Cuando el apetito se siente de manera exagerada y se está produciendo un aumento progresivo o acelerado del peso puede resultar conveniente tomar algunas medidas prácticas y cotidianas que contribuyan a regularlo.
Comer lentamente. La señal nerviosa que transmite al cerebro el mensaje de que el estómago y el intestino están llenos viaja despacio y llega con retraso. Es recomendable masticar bien y entretenerse comiendo sin prisas. Así se favorece que los estímulos nerviosos y las sustancias químicas que cortan el apetito realicen su trabajo.
Limitar la variedad. La diversidad de recetas que componen los menús diarios y la cantidad de alimentos sobre la mesa debe ser sólo la suficiente para que la dieta sea equilibrada. Hay que limitar especialmente la presencia de alimentos de alta palatabilidad (como los abundantes en grasas) y los concentrados en calorías (dulces, refrescos…)
Dormir bien. Dormir pocas horas o interrumpir los sueños aumenta la producción de grelina, la hormona del hambre, y disminuye la de leptina, uno de los mensajeros químicos de la saciedad. Está comprobado que entre las personas con sobrepeso abundan las alteraciones del sueño.
Respetar los horarios. Resulta tan negativo hacer pocas comidas al día como demasiadas. Comer sólo en las horas previstas y limitarse el picoteo ayuda enormemente a regular los deseos de comer. Se recomienda hacer entre tres y cinco tomas diarias.
Hacer ejercicio. No es cierto que sólo sirva para abrir el apetito: en realidad este resulta más manejable después de una sesión de actividad. Por otra parte, la ansiedad que produce el sedentarismo es más intratable y mayor causa de sobrepeso que el apetito relacionado con las necesidades energéticas.
Alimentos ricos en fibra. Las verduras y las frutas sacian porque su fibra llena el estómago y los intestinos. Es recomendable una ingesta equilibrada de fibra soluble (legumbres, manzana, berenjena, boniatos, ciruelas…) e insolubles (trigo y arroz integrales, frutos secos…).
Plantas saciantes. La Garcinia cambogia, indicada en el control del peso, ayuda a reducir el colesterol y a quemar las grasas. El cactus Hoodia gordonii ha ayudado a la población africana a soportar las hambrunas por sequías.

Frutos del Noni. Regulan la tensión arterial.


Esta variedad de fruto, procedente de la Polinesia, tiene innumerables beneficios para la salud, los cuales han sido comprobados por los nativos del lugar desde hace 2.000 años. Entre otros atributos previene y trata infecciones, mejora el aspecto de la piel y es un poderoso analgésico natural.

Con la palabra “noni” se denomina en idioma hawaiano a la variedad Morinda Citrofolia. Desde tiempos remotos ha sido empleada por los nativos de la Polinesia, para tratar diversos problemas de salud. Se caracteriza por ser una planta de hojas perennes, cuyo tamaño puede ser tanto el de un pequeño arbusto como el de un árbol de entre 6 y 10 metros de altura. Comúnmente se la llama “planta errante”, ya que cada una de sus semillas tiene adherida una especie de “bolsa” de aire que le permite viajar por el agua durante meses, pudiendo desplazarse de una isla a otra.
El fruto del noni tiene el tamaño de una patata mediana, con forma poligonal. Su textura es grumosa, con una cáscara cerosa y traslúcida, con una color que puede variar entre el verde y el negro. Cuando está maduro, tiene un aroma y un sabor muy particular, que puede definir como “rancio”.
Como su sabor es muy fuerte y rancio, lo mismo que el aroma que desprende, se vende en forma de zumo o en cápsulas. Ambas presentaciones, que se pueden adquirir en farmacias o tiendas de productos dietéticos, conservan intactas todas las propiedades medicinales.
Esta planta es rica en proxeronina y proxeroninasa. Al ingerir su fruto, estos dos componentes llegan al intestino, transformándose en xeronina. Esta sustancia se encuentra presente en el organismo de forma natural y es la encargada de cuidar la salud celular. Con el paso del tiempo, tiende a disminuir y las células se van dañando.

Su zumo se puede aplicar también de forma tópica para tratar algunas afecciones comunes como heridas y picaduras de insectos, dolor de oído, o en masajes analgésicos.